El aceite de espino amarillo puede obtenerse de la pulpa o de la semilla de Hippophae rhamnoides. El de pulpa destaca por su contenido en ácido palmitoleico (ω-7) y carotenoides (color anaranjado intenso), mientras que el de semilla es más rico en ALA/LA (ω-3/ω-6) y tocoferoles. Ambos contienen fitosteroles y compuestos fenólicos.
Se ha estudiado como apoyo para mucosas/piel seca (ojos, boca, vagina), con ensayos que muestran mejoras modestas en síntomas de ojo seco y en marcadores de barrera cutánea. También hay datos preliminares en mucositis oral inducida por tratamientos, y en disfunciones de mucosa vaginal posmenopáusica. La magnitud del efecto varía por parte de la planta, dosis y duración.
La tolerabilidad suele ser buena; a dosis altas puede colorear levemente la piel/mucosas por carotenoides (inofensivo). Como aceite rico en PUFA, es sensible a oxidación; conviene envasado opaco, antioxidantes añadidos (tocoferol) y refrigeración tras abrir.
Evidencia: ensayos controlados (p. ej., 2 g/d durante 3 meses) reportan reducción de síntomas de ojo seco y mejoras en estabilidad lagrimal; estudios en piel muestran mejoras en hidratación/elasticidad. En mucositis y salud vaginal, los datos son preliminares.
Orientativo; seguir etiqueta.
¿Pulpa o semilla? Pulpa: más ω-7/carotenoides (piel/mucosas). Semilla: más ALA/LA (perfil cardiometabólico).
¿Cuándo mejora el ojo seco? A las 8–12 semanas en ensayos positivos.
¿Puede teñir la piel? A dosis altas, leve carotenodermia reversible.
Conclusión: aceite con plausibilidad para soporte de mucosas y piel; evidencia clínica modesta y dependiente de la parte de la planta y la dosis. Elegir productos estandarizados y conservar bien.
Baja–Media (ojo seco/piel) / Baja (otras indicaciones).
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