La alcachofa (hoja) contiene ácidos cafeoilquínicos (p. ej., cinarina, ácido clorogénico), flavonoides (luteolina, apigenina) y lactonas sesquiterpénicas con actividades coleréticas/colagogas, antioxidantes y moduladoras de enzimas hepáticas.
Tradicionalmente se usa para dispepsia funcional (hinchazón, plenitud, náuseas leves) y como apoyo hepatobiliar. Extractos estandarizados de hoja han mostrado en estudios mejoras de síntomas dispépticos y señales de reducción de LDL-C modestamente en sujetos con dislipemia leve.
La tolerabilidad suele ser buena; como otras Asteráceas, puede causar reacciones alérgicas en personas sensibles. Por su acción colerética, se recomienda prudencia en obstrucción biliar (cálculos sintomáticos).
En embarazo/lactancia faltan datos robustos más allá del consumo alimentario.
Evidencia : monografías europeas reconocen el uso tradicional de la hoja de alcachofa para trastornos dispépticos. ECA con extractos estandarizados han mostrado mejoras en escalas de síntomas frente a placebo/posologías activas, y metaanálisis señalan reducciones modestas de LDL (dependientes de dosis/duración).
La calidad de la evidencia para dispepsia es moderada; para lípidos, baja–media, con heterogeneidad y tamaños de efecto pequeños.
Orientativo; seguir etiqueta.
¿Sirve para “depurar” el hígado? Puede aliviar síntomas digestivos leves; no “desintoxica” ni sustituye evaluación médica.
¿Cuándo noto mejoría? En 1–2 semanas para dispepsia leve; evaluar en 4–6 semanas.
Conclusión: la hoja de alcachofa tiene evidencia moderada como coadyuvante para dispepsia y modesta para LDL. Útil como apoyo dietético con buena tolerancia, evitando su uso en litiasis sintomática.
Media (dispepsia) / Baja–Media (LDL).
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