La cimífuga (Cimicifuga racemosa), también conocida como cohosh negro, es una planta perenne nativa de América del Norte. Su raíz y rizoma han sido utilizados tradicionalmente por los nativos americanos para tratar diversas afecciones de salud, especialmente las relacionadas con la salud femenina.
El uso más popular y estudiado de la cimífuga es para aliviar los síntomas de la menopausia, como los sofocos, los sudores nocturnos y los cambios de humor. Aunque en el pasado se creía que actuaba como un fitoestrógeno (un compuesto vegetal que imita al estrógeno), la investigación más reciente sugiere que sus efectos son más complejos y no están directamente relacionados con la modulación de los receptores de estrógeno.
Sus compuestos activos, como los glucósidos triterpénicos, parecen influir en los neurotransmisores, como la serotonina, y en los receptores opioides, lo que explica su potencial para aliviar los sofocos y los cambios de humor.
La evidencia clínica sobre la cimífuga es mixta, pero con algunos resultados prometedores. Varios ensayos clínicos han demostrado que los extractos estandarizados de cimífuga pueden reducir la intensidad y la frecuencia de los sofocos en mujeres menopáusicas, con efectos comparables a la terapia de reemplazo hormonal en algunos casos. Sin embargo, otras revisiones no han encontrado beneficios significativos, lo que ha generado debate en la comunidad científica. Esta inconsistencia se debe probablemente a las variaciones en los productos, las dosis y la duración de los estudios.
En general, se considera una opción segura y eficaz para el manejo de los síntomas vasomotores (sofocos y sudores) leves a moderados en mujeres que buscan una alternativa natural a la terapia hormonal.
Dosis orientativas del extracto estandarizado (adultos sanos).
| Objetivo | Dosis Típica Diaria | Notas |
| Menopausia | 40–80 mg de extracto | Equivalente a 1-2 mg de glucósidos triterpénicos, en una o dos tomas. |
Se utiliza para el alivio de los síntomas menopáusicos, el síndrome premenstrual y los calambres menstruales. También se ha usado, de forma menos común, para el dolor muscular y articular.
Es generalmente segura en dosis recomendadas por periodos cortos a medianos (hasta 6 meses). Los efectos secundarios son raros y leves, e incluyen malestar estomacal, náuseas y, en raras ocasiones, dolores de cabeza o erupciones cutáneas. La principal preocupación es el potencial de daño hepático, aunque los casos reportados son muy raros y la relación causal no está completamente establecida. Las personas con problemas hepáticos deben evitar su uso.
Conclusión: la cimífuga es un suplemento con **evidencia prometedora (Nivel B)** para el alivio de los sofocos y los sudores nocturnos de la menopausia. Es una alternativa natural y segura para muchas mujeres que buscan aliviar estos síntomas. Sin embargo, su eficacia no está garantizada y se debe usar bajo la guía de un profesional de la salud, especialmente en personas con enfermedades preexistentes.
Nivel de evidencia: Media-Baja (menopausia) / Baja (SPM).
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