Los fitoestrógenos son compuestos vegetales que, por su estructura molecular, son capaces de imitar débilmente la acción del estrógeno humano en el cuerpo. Se encuentran de forma natural en una gran variedad de alimentos, como la soja (isoflavonas), las semillas de lino (lignanos) y el trébol rojo. Su principal mecanismo de acción se basa en unirse a los receptores de estrógeno, lo que puede tener efectos tanto estrogénicos (cuando los niveles de estrógeno son bajos) como antiestrogénicos (cuando los niveles de estrógeno son altos).
Se utilizan principalmente como una terapia natural para aliviar los síntomas de la menopausia, como los sofocos y los sudores nocturnos, y para el apoyo de la salud ósea y cardiovascular, sin los riesgos asociados a la terapia de reemplazo hormonal.
La evidencia clínica sobre los fitoestrógenos es mixta, pero con un respaldo significativo para los síntomas menopáusicos. Varios metaanálisis han concluido que los suplementos de isoflavonas de soja pueden reducir los sofocos, aunque los resultados varían según la población y la duración del estudio.
Para la salud ósea, estudios han demostrado que la suplementación con isoflavonas o lignanos de lino puede ralentizar la pérdida de densidad ósea en mujeres posmenopáusicas. En cuanto al riesgo de cáncer de mama, la evidencia es tranquilizadora, y la mayoría de los estudios sugieren que la ingesta de isoflavonas no aumenta el riesgo e incluso podría tener un efecto protector.
Es importante que las personas con cáncer de mama consulten a su médico antes de usar estos suplementos.
Dosis orientativas (adultos sanos).
| Objetivo | Dosis Típica Diaria | Notas |
| Sofocos menopáusicos | 40–80 mg de isoflavonas | Los efectos pueden tardar de 4 a 6 semanas en notarse. |
| Salud ósea | 50–100 mg de isoflavonas | En combinación con calcio y vitamina D. |
Se utilizan para aliviar los síntomas de la menopausia, para el apoyo de la salud ósea, para la salud cardiovascular y para la prevención del cáncer de próstata y mama.
Son seguros en las dosis recomendadas. Los efectos secundarios son raros y leves, e incluyen: malestar gastrointestinal, náuseas y, en casos raros, reacciones alérgicas. Se desaconseja su uso en mujeres embarazadas o lactantes, y en personas con enfermedades hormonales o cánceres sensibles a hormonas sin la supervisión de un médico.
Conclusión: Los fitoestrógenos son un suplemento con **evidencia moderada (Nivel B)** para el alivio de los sofocos menopáusicos y el apoyo a la salud ósea. Son una opción segura y bien tolerada para muchas mujeres, pero su eficacia es variable y se debe usar con precaución en personas con historial de cánceres sensibles a hormonas. Es una herramienta valiosa para el bienestar en la menopausia.
Nivel de evidencia: Media-Alta (menopausia) / Media (salud ósea).
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