La ipriflavona es una isoflavona sintética, un derivado de la daidzeína, que es un compuesto que se encuentra en la soja. Fue desarrollada en Hungría en la década de 1970 y se comercializó como un suplemento para la salud ósea.
La ipriflavona no es un fitoestrógeno, sino que se cree que actúa inhibiendo la reabsorción ósea (la descomposición del hueso) y estimulando la formación de hueso. Su principal función es ayudar a mantener la densidad mineral ósea y prevenir la pérdida ósea, lo que la hace un suplemento de interés para mujeres posmenopáusicas y personas con riesgo de osteoporosis.
Sin embargo, su eficacia y su seguridad a largo plazo han sido objeto de debate en la comunidad científica.
La evidencia clínica sobre la ipriflavona es mixta y controversial. Los estudios más antiguos y en poblaciones pequeñas sugirieron que la ipriflavona podría ser eficaz para prevenir la pérdida de masa ósea en mujeres posmenopáusicas. Sin embargo, un gran metaanálisis de 2002 concluyó que la ipriflavona no es eficaz para prevenir la pérdida ósea.
La FDA en los Estados Unidos no la ha aprobado para el tratamiento de la osteoporosis. La principal preocupación es que dosis altas de ipriflavona pueden reducir la cantidad de linfocitos T en el cuerpo, lo que podría debilitar el sistema inmunológico. Por esta razón, su uso ha disminuido y no se considera un tratamiento de primera línea para la osteoporosis.
Dosis orientativas (adultos sanos).
| Objetivo | Dosis Típica Diaria | Notas |
| Salud ósea | 600 mg | Dividir en 2-3 tomas diarias. A menudo se combina con calcio y vitamina D. |
Se utiliza para la prevención y el tratamiento de la osteoporosis, y para el apoyo de la salud ósea.
Es generalmente segura en dosis bajas, pero los efectos secundarios más preocupantes son la reducción de los linfocitos T, lo que podría debilitar el sistema inmunológico. Otros efectos secundarios incluyen: malestar gastrointestinal y náuseas. Se desaconseja su uso en personas con enfermedades renales o hepáticas, y en mujeres embarazadas o lactantes.
Conclusión: La ipriflavona es un suplemento con una **evidencia muy baja (Nivel D)** para el tratamiento de la osteoporosis. La falta de evidencia sólida y la preocupación sobre sus posibles efectos secundarios en el sistema inmunológico hacen que sea una opción poco recomendable.
Se desaconseja su uso a largo plazo sin supervisión médica.
Nivel de evidencia: Muy baja (salud ósea).
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