El polen de abeja es una mezcla de polen, néctar, enzimas de las abejas y otras sustancias que las abejas recogen de las plantas. Es considerado por muchos como un **superalimento** debido a su perfil nutricional excepcionalmente rico.
El polen de abeja es una fuente completa de proteínas, rica en vitaminas (del complejo B, A, C, E), minerales (potasio, calcio, magnesio, zinc) y aminoácidos. Se ha utilizado durante siglos en la medicina tradicional como un tónico general para aumentar la energía, la resistencia y la vitalidad.
Como suplemento, se valora por su potencial para mejorar el rendimiento deportivo, el apoyo inmunológico y el bienestar general, aunque la evidencia científica es limitada y anecdótica.
La evidencia clínica sobre el polen de abeja es muy limitada. La mayoría de los estudios que apoyan sus beneficios para la energía y el rendimiento son antiguos o de baja calidad metodológica. No hay ensayos clínicos rigurosos que confirmen que el polen de abeja es un suplemento eficaz para estas indicaciones.
En general, el polen de abeja se basa más en su uso tradicional y en afirmaciones anecdóticas que en la ciencia. Su principal riesgo son las **reacciones alérgicas**, que pueden ser graves en personas con alergia al polen.
En general, es un suplemento seguro para la mayoría de las personas, pero sus beneficios no están confirmados por la ciencia moderna.
Dosis orientativas (adultos sanos).
| Objetivo | Dosis Típica Diaria | Notas |
| Apoyo general | 1–3 cucharaditas | Empezar con una dosis muy pequeña para probar la tolerancia. |
Se utiliza para el aumento de la energía y la vitalidad, para el apoyo del rendimiento deportivo y del sistema inmunológico.
Es seguro en las dosis recomendadas. Los efectos secundarios son raros y leves. La principal preocupación son las **reacciones alérgicas**, que pueden ser graves y potencialmente mortales en personas con alergia al polen. Los síntomas pueden incluir urticaria, dificultad para respirar y anafilaxia.
Se desaconseja su uso en mujeres embarazadas o lactantes, y en personas con alergias graves.
Conclusión: El polen de abeja es un suplemento nutricional con una **evidencia muy baja (Nivel D)** para la mayoría de sus usos en humanos. Si bien es rico en nutrientes, la falta de ensayos clínicos rigurosos y el riesgo de reacciones alérgicas lo convierten en una opción poco recomendable para indicaciones médicas.
Es un suplemento que se basa en afirmaciones anecdóticas.
Nivel de evidencia: Muy baja (energía, vitalidad) / Nula (alergias).
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