El yodo es un mineral traza esencial que el cuerpo no puede producir y debe obtener de la dieta. Su función principal es vital para la síntesis de las **hormonas tiroideas** (T3 y T4), que regulan el metabolismo, el crecimiento y el desarrollo.
La deficiencia de yodo es un problema de salud global que puede causar **bocio** (el agrandamiento de la glándula tiroides) y, en casos graves, **cretinismo** (discapacidad intelectual) en niños. Por otro lado, una ingesta excesiva de yodo también puede ser perjudicial y causar problemas de tiroides.
Por esta razón, la suplementación con yodo debe ser cuidadosa y solo cuando sea necesario. La principal fuente de yodo en la dieta es la sal yodada y los alimentos marinos.
La evidencia clínica sobre el yodo es muy sólida. Varios metaanálisis y estudios de alta calidad han demostrado que la suplementación con yodo es eficaz para prevenir y tratar el bocio y otras enfermedades de la tiroides en poblaciones con deficiencia.
Sin embargo, en países donde la sal está yodada, la deficiencia es rara y la suplementación es innecesaria. En general, el yodo es un suplemento seguro y bien tolerado en las dosis recomendadas, pero el riesgo de toxicidad es significativo.
Un exceso de yodo puede provocar hipertiroidismo, tiroiditis o bocio, por lo que su uso debe ser siempre bajo la supervisión de un profesional de la salud.
Dosis orientativas (adultos sanos).
| Objetivo | Dosis Típica Diaria | Notas |
| Apoyo general | 150 mcg | Dosis diaria recomendada. No exceder 1100 mcg. |
Se utiliza para la prevención y el tratamiento de la deficiencia de yodo, para el apoyo de la salud tiroidea, el metabolismo y el desarrollo cognitivo.
Es seguro en las dosis recomendadas. El principal riesgo es la **toxicidad por yodo** con la ingesta excesiva, que puede provocar hipertiroidismo, tiroiditis o bocio. Los síntomas de la toxicidad por yodo incluyen: náuseas, diarrea, dolor abdominal, aumento del ritmo cardíaco y bocio.
Se desaconseja el uso de dosis excesivas sin supervisión médica.
Conclusión: El yodo es un mineral esencial con una **evidencia muy sólida (Nivel A)** para su papel vital en la salud tiroidea y el desarrollo cognitivo. Sin embargo, la suplementación debe ser extremadamente cuidadosa debido al riesgo de toxicidad por yodo.
La mejor estrategia es obtenerlo de una dieta equilibrada y solo suplementar bajo supervisión médica.
Nivel de evidencia: Muy alta (salud tiroidea) / Alta (metabolismo, desarrollo cognitivo).
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