La vitamina C es una de las vitaminas más importantes para nuestro organismo. Contribuye a mantener sano nuestro sistema inmunitario y ayuda a nuestro cuerpo a absorber el hierro. También es un importante antioxidante, que ayuda a proteger nuestras células de los daños. La mayoría de las personas pueden obtener toda la vitamina C que necesitan mediante una dieta saludable.
Esto incluye comer muchas frutas y verduras, como los cítricos, las fresas, el kiwi, las verduras de hoja verde oscura y los tomates. Si no come suficientes alimentos que contengan vitamina C, es posible que necesite tomar un suplemento. Hable con su médico o con un dietista titulado para ver si un suplemento es adecuado para usted.
La vitamina C se encuentra en muchos alimentos, entre ellos:
Frutas y verduras, especialmente los cítricos, el kiwi, las fresas, los tomates y las verduras de hoja verde oscura Alimentos enriquecidos, como algunos cereales, zumos y leche de soja Suplementos También puede obtener vitamina C mediante suplementos.
Los suplementos de vitamina C vienen en muchas formas, incluyendo cápsulas, tabletas, polvos y líquidos. La cantidad de vitamina C en los suplementos puede variar mucho. Asegúrese de leer la etiqueta para saber cuánta vitamina C hay en cada porción del suplemento. También debe saber que el cuerpo absorbe mejor la vitamina C de los suplementos si se toma con los alimentos.
¿Sabía que hay ciertas personas que no deben tomar vitamina C?
Los suplementos de vitamina C suelen ser seguros para la mayoría de las personas. Sin embargo, hay algunas personas que no deben tomarlos. Entre ellas se encuentran:
-Las personas que son alérgicas a la vitamina C
-Las personas que han tenido cálculos renales
-Las personas que tienen una condición médica llamada hemocromatosis, que hace que el cuerpo absorba demasiado hierro
-Las mujeres embarazadas que toman más de la cantidad recomendada de vitamina C (1000 mg al día)
-Personas que estén tomando anticoagulantes, como la warfarina (Coumadin)
-Personas que estén tomando medicamentos que puedan interactuar con la vitamina C, como el estrógeno o la aspirina.